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08 octubre 2008

V12

Ventana sobre una semilla


Para ti…





Mamá, eres una persona inigualable e irrepetible. Eres lo más bello que nos pasó, eres lo más bello y parece que es ahora cuando todos nos damos cuenta.

¡Qué injusta es la vida!, por mucho que nos empeñemos en ver el lado bueno de las cosas, no logro encontrar nada bueno a que ya no estés con nosotros, a que te hayas ido. ¡Qué injusta es la vida!, ¡qué injusta ha sido la vida contigo, mamá!

Tú, que siempre has vivido por y para todos nosotros. Tú, que te has desvivido por nosotros…Volvías de algún modo a vivir por ti… y la injusta vida no te ha dejado.
Sólo te permitió, en los que no sabíamos que serían tus últimos meses, que los tuyos, tu gente, nosotros, te devolviéramos sólo un poquito de toda la generosidad, el cariño y el amor que tú nos habías dado día tras día, año tras año.

Sólo te dio unos meses en los que fuiste otra mamá. Fuiste mamá desde tu cuna grande, esa cama a la que te viste confinada, en la que te tuviste que sentir sola y apresada. Mamá en la oscuridad de la noche, mamá escribiendo recetas, mamá doblando la ropa. Mamá en el hospital, mamá en silla de ruedas, paseando con sus “tres hijos como tres soles” (dijo una enfermera). Mamá comiendo de nuevo los guisos de su madre, y mamá saboreando un dulce. Mamá llorando y riendo, riñendo y acariciando. Mamá pidiendo perdón por estar enferma. Mamá con dolor, mucho dolor, pero siempre mamá.

Lo único, lo único en lo que la vida te pudo hacer justicia, fue en que te dio tiempo a ver crecer y recoger sólo un poquito de la cosecha de AMOR que habías sembrado. También te dio tiempo a saber que la semilla de esa cosecha vivirá siempre, siempre, en todos nosotros. Lo sabes, y eso es lo único que nos puede ayudar a vivir sin ti.


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07 noviembre 2007

V11

Ventana sobre el horizonte

Y de nuevo, Galeano:


Ventana sobre el tiempo

En Cajamarca, enero es tiempo de tejer.
En febrero aparecen las flores delicadas y las fajas coloridas. Los ríos suenan, hay carnaval.
En marzo ocurre la parición de las vacas y las papas.
En abril, tiempo de silencio, crecen los granos del maíz.
En mayo, se cosecha.
En los secos días de junio, se prepara la tierra nueva.
Hay fiesta en julio, y hay bodas, y los abrojos* del Diablo asoman en los surcos.
Agosto, cielo rojo, es tiempo de vientos y de pestes.
En luna madura, no en luna verde, se siembra en setiembre.
Octubre suplica a Dios que suelte las lluvias.
En noviembre, mandan los muertos.
En diciembre la vida celebra.


Eduardo Galeano, Las Palabras Andantes.



Nada dice Galeano, nada dice la leyenda del tiempo de los ladrillos, el cemento y el hormigón.
Braojos de la Sierra, pueblo de unos 160 habitantes, habrá de enfrentarse a un plan de reordenación urbana, que depende cómo se lleve a cabo, respetará los tiempos de la naturaleza o no.
Se propone un crecimiento de unas 300 nuevas viviendas. Como siempre, la construcción se antepone a los servicios. Como siempre, la casa por el tejado. Como siempre, la leyenda, el sueño, los anhelos, se quiebran por la realidad.

¿Será así el paisaje de Braojos, de aquí a unos años, será así el horizonte de la Sierra?



Braojos, panorámica, Amg 28/10/07.

Abrojo según la RAE

*Abrojo: (del latín apĕri ocŭlum, ¡abre el ojo!)
1. m. Planta de la familia de las Cigofiláceas, de tallos largos y rastreros, hojas compuestas y fruto casi esférico y armado de muchas y fuertes púas. Es perjudicial a los sembrados.
2. m. Fruto de esta planta.
3. m. Cardo estrellado.

Origen del nombre de Braojos, en http://www.madridpedia.com/

El origen del nombre de Braojos puede tener un origen celta, significando el prefijo "bra", "broza de árboles".
Sin embargo, Javier Dotú en su 'Origen y significado de los nombres de los pueblos de la Comunidad de Madrid' (Madrid, 1994) se inclina por la procedencia latina, de 'apĕri ocŭlum', abre el ojo, que da lugar al nombre de 'abrojo', un cardo estrellado muy perjudicial para los sembrados.
Por la numerosa cantidad de esta planta de la familia de las Cigofiláceas, de tallos largos y rastreros, hojas compuestas y fruto casi esférico y armado de muchas y fuertes púas, se llamó 'Abrojos' y de ahí 'Braojos'.

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31 julio 2007

V10

Ventana sobre el faro


El faro sirve de guía, regala luz en la oscuridad, y sonidos en la bruma. Es un guardián nocturno, duerme de día y trabaja de noche. Hoy es una más de esas máquinas programadas por el hombre, pero hasta hace no mucho tiempo necesitaba de un hombre para ser útil.
Mirando al pasado, uno se imagina la soledad de los fareros, encerrados durante meses en esas torres frente a la inmensidad del mar. Mirando al futuro, se piensa en la soledad de los faros, trabajando sin compañía a merced de los caprichos de la mar, de las olas, unas veces meciendo, otras rompiendo, de la niebla, siempre ocultando, embrujando…

Nadie debería morirse sin haber visto un faro en la noche, sin haberlo visto girar, guiar, alumbrar, y deslumbrar con su belleza, su poder y su misterio.



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31 mayo 2007

V9

Ventana sobre junio

Esta novena ventana va entrar de la mano del mes de junio. Me gusta el mes de junio. Es el sexto mes del año, está justo en el medio, y es un mes de términos medios. Acaba la primavera y arranca el verano, no hace excesivo calor, pero tampoco frío.

Su nombre suena como el de una mujer, Juno, diosa romana esposa de Júpiter, representante de la fidelidad y del amor matrimonial. No es que este último dato venga muy a cuento, pero me parece importante señalar que Júpiter era un poco ligero de cascos y la dulce diosa tenía que sacar el látigo de vez en cuando y seguir las correrías de su esposo para poner orden en el cosmos. Por eso, si hoy podemos distinguir el cielo de la tierra, y el mar de las estrellas, se lo debemos a esta mujer. Vaya desde aquí mi homenaje para ella.

Continuando por la senda de este mes que centra hoy mi relato, podemos decir que junio es estupendo para pasear por Madrid. El nivel de polen se mantiene, pero va remitiendo, la temperatura oscila entre los 19 y los 33 grados y por las noches aún se puede disfrutar de una brisilla que en julio y agosto no se siente ni rezándole a los santos. Las zapatillas no se pegan aún al asfalto y en el metro huele a sudor, pero sólo a partir de las 19:00 h.

Además, comienzan las actividades y exposiciones fotográficas de Photoespaña, una oportunidad para encontrarte con Adrien Brody y Elsa Pataky por el Círculo de Bellas Artes. No es que esta pareja de bellos y estilosos actores sean la imagen del intelectual europeo con residencia en Nueva York (o quizá sí), pero ayer estaban en la mentada sede de la culturilla madrileña por otro motivo más personal.
Sylvia Plachy, una de las más destacadas fotógrafas estadounidenses contemporáneas, inauguraba su primera exposición en España, “De reojo”, una selección de más de 100 fotos que repasan el trabajo en color y blanco y negro de la artista. Y allí estaba Adrien Brody, su hijo, acompañándola en su último éxito profesional. Y Elsa Pataky (muy mona ella de blanco), acompañando a su chico y a su suegra.
Esto suena un poco a cotilleo, pero así fue. Tú te acercas al Círculo de Bellas Artes una bella tarde de junio para ver el estreno de las exposiciones de Sylvia Plachy y Andrés Serrano, y te encuentras con todo el glamour del cine desplegado sobre el parqué.

Mención aparte merece el trabajo de Andrés Serrano (todo un personaje, presente también en la inauguración), uno de los fotógrafos contemporáneos más polémicos y controvertidos, que con su exposición “El dedo en la llaga”, pone la vista sobre la exclusión, el fanatismo, la enfermedad o la muerte. Espectacular su serie “La Morgue”, expuesta en los bajos del Círculo, rodeada de una música y un olor que pronuncian las sensaciones del espectador al contemplar la obra. Vamos, para no perdérselo.

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15 mayo 2007

V8

Ventana sobre las 23:23 horas

Son las 23:23 y no puedo escribir nada. Nada viene a mi mente. El miedo al folio en blanco es algo más que miedo. Pienso en todas aquellas cosas sobre las que quiero escribir, sobre las que puedo escribir, sobre las que tengo que escribir, y mi mente no responde…, es como un folio pero no en blanco, sino garabateado. La pereza, pecado capital, se cierne sobre mí. De todo se me ocurre, antes que pararme a pensar en algo que contar.

Sólo la música me acompaña en esta soledad. La soledad de no tener ideas, ni ganas de inventarlas. Relees y te preguntas, ¿qué haces escribiendo sobre tus problemas para escribir? Lo haces siempre, lo empleas como recurso una y otra vez. Cuando no sabes qué crear, escribes algo sobre la no escritura, la pereza, la falta de ideas… y con la gorra y mucho morro por delante, sacas dos párrafos. Ya lo tienes.

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09 mayo 2007

V7

Ventana sobre una manivela

Germán Díaz es un joven músico que guarda un halo de misterio. Es como un mago que remanga sus manos para demostrar que no hay trampa en sus trucos. Muñecas descubiertas, con una mano gira la manivela y con la otra, golpea suavemente con sus dedos ese desconocido y vibrante instrumento que es la zanfona. De ella salen sonidos modernos que huelen a madera, a tierra mojada, a nubes y a tormenta.

Para ganarse al público con sus pequeñas tretas musicales, se ayuda de un órgano de barbaria, una pequeña caja de música, y un grabador de pedal. Así, gracias a su pie, guarda en la grabadora los sonidos que, con una manivela y unos sencillos cartones agujereados, extrae de la cajita de música unas veces, y del órgano de barbaria otras. Luego, sobre estos traviesos sonidos, despliega las notas que su mano maga extrae de la zanfona.

Envueltas en un aire tímido y sigiloso, canciones compuestas para el órgano de barbaria, o para la caja de música, se prestan a los juegos de este mago que, con manos delicadas pero seguras, saca más partido a ese bello instrumento medieval -que es la zanfona-, de lo que jamás hubieran imaginado sus primeros artesanos y maestros.



Amg, Madrid, 27/4/07

Al menos, así lo viví el pasado 27 de abril en el Museo Etnográfico El Caserón de San Sebastián de los Reyes.

Puedes acercarte a él y a su música a través de:

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25 abril 2007

V6

Ventana sobre las rejas


Las rejas, ¿qué son las rejas?
Las rejas apresan, defienden, insinúan, ocultan, embrutecen, embellecen…
Las rejas son los obstáculos que los humanos ponemos a los demás y a nosotros mismos, los límites, las fronteras. Y como las de hierro, apresan, defienden, insinúan, ocultan, embellecen o embrutecen… Las rejas pueden estar selladas, entreabiertas, entornadas o abiertas de par en par. Pueden ser silenciosas, o rechinar. Sean como sean, ahí están.


Las rejas dejan pasar la luz y producen sombras. La luz se cuela por ellas, y lo inunda todo. Las sombras se quedan fuera. La luz defiende, insinúa y embellece, las sombras aprensan, ocultan y embrutecen. La luz no entiende de límites ni de fronteras, y se cuela por cualquier resquicio, por cualquier rendija. La sombra, sin la luz, no sería sombra.



Rejas, Santiago de Compostela, 6/4/2007, 11:18

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17 abril 2007

V5

Ventana sobre una mañana cualquiera


Un viaje diferente

Una mañana del mes de noviembre, de un día que ni se recordaría si no fuera por lo ocurrido, porque antes de que ocurriera lo que ocurrió, era como cualquier otro, ni más ni menos sobresaliente, los apretujados pasajeros madrileños de un vagón de metro de la línea 7 dirección PITIS, a eso de las ocho y media de la mañana, comenzaron a percatarse de algo sorprendente, inesperado, inexplicable, absurdo, tan desconcertante como ver cruzar una vaca por el Paseo de la Castellana, como toparse con una jirafa en la puerta del Museo del Prado.


Los viajeros se fueron dando cuenta poco a poco. Algunos luchaban por agarrarse a las barras, otros ya agarrados, intentaban abrir los enormes periódicos sin sacarle un ojo al vecino. Había incluso gente leyendo libros, fíjense, la plebe concentrada en sus novelas, metida hasta el tuétano en las peripecias de sus protagonistas, sin saber lo que en sus propias carnes iba a vivir.


Uno de los pasajeros, que con su brazo izquierdo trataba de sujetar su abrigo, su bufanda, su carpeta de estudiante de tres kilos y medio, y además, agarrarse a una barra del tren, mientras, con la mano derecha sostenía un libraco de ochocientas páginas y tapas duras que contaba no se sabe que historieta, de repente, oyó una risita muy cercana, casi susurrada, y… perdida ya la lectura, levantó la cabeza y vio dibujada en el rostro de una viajera una sonrisa inocente, cuyo origen desconocía.

¿De qué se reirá?, pensaba el pasajero cargado, que volvió a su libro, y… de nuevo, una carcajada. Levanta la mirada y advierte hacia dónde se dirigen los ojos de la viajera, hacia arriba; la imita y al fin lo descubre, lo ve, se da cuenta de todo, del porqué de la sonrisa de la viajera y del revuelo de los demás.

Lo que ocurría era que un pajarillo perdido y desorientado se había colado en el vagón, un pajarillo que revoloteaba y píaba sobre las cabezas de todos, volaba de aquí para allá, sin saber que hacer, posándose en las barras, saludando, sorprendiendo a todos, que esa mañana cambiaron la cara y sonrieron al acontecimiento, y salieron del vagón pensando cómo habría llegado hasta el subsuelo el pobre pajarillo, si su lugar era el cielo, si conseguiría escapar o no…, pero pensando al fin, que habían tenido un viaje diferente, una anécdota absurda que contar una mañana, que de no ser por el pájaro, habría sido como otra cualquiera.

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10 abril 2007

V4

Ventana sobre "Las dos Marías"


"Las dos Marías", Santiago de Compostela, 5/4/07, 21:54. Amg 07

La historia reciente de Compostela habla de Maruxa y Corelia, dos hermanas con un pasado duro, difícil y triste, como el de muchas otras gallegas y españolas de su edad, que se cubrieron el alma de vestidos y afeites, y se rieron de las nubes y la lluvia de Santiago, y de la niebla de las costumbres de la época que les había tocado vivir.
“Las dos Marías”, como se las conoce popularmente, salían a diario a las dos en punto, peripuestas y decididas a sacarle los colores a más de uno. Paseaban juntas y del brazo por el parque de La Alameda, donde piropeaban a los jóvenes y apuestos estudiantes de la ciudad, que a su vez se divertían fingiendo estar enamorados de ellas. Maruxa y Corelia lo agradecían coquetas, sonriendo y guiñando el ojo.
Quizá en su momento, las risas y diversión de los estudiantes no eran más que una burla hacia esas mujeres peculiares, pintorescas, esas mujeres que se salían de lo acostumbrado, porque para ellas no existía más costumbre que la de salir a pasear a las dos en punto.Sea como fuere, se las recuerda en Santiago. Corelia murió y Maruxa nunca paseó sola, no se la volvió a ver, y al poco tiempo, también se fue. Pero hoy, una escultura de bronce de mil colores sorprende al paseante del parque de La Alameda, y nada más verla, se da cuenta que encierra una historia detrás.
A la escultura de César Lombera, la llaman Las dos Marías o Las dos en punto, y en ella, Maruxa y Corelia continúan su eterno paseo por el parque, guiñando los ojos a los transeúntes y alargando el brazo para pellizcar algún joven trasero estudiantil. En la ciudad vivieron y a la ciudad pertenecen, y mientras el aire, la lluvia y el tiempo no las tumbe, seguirán siendo más de Compostela que el mismísimo Santiago.

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03 abril 2007

V3

Ventana sobre los niños de La Habana
Niños de La Habana, 25/2/07, 18:44, La Habana, Cuba

Los niños de La Habana no piden nada, quién sabe cuáles serán sus deseos. Los niños de La Habana doblan una esquina inesperadamente y entran en una ancha calle de un barrio que antes fue residencial, porque han visto a los turistas del Hotel Presidente.
Los niños de La Habana, algunos descamisados, llegan sobre unos monopatines de madera y hierro, y no piden nada. Te rodean, se hacen notar, se exhiben, y no piden nada.
Una turista, quién sabe si por ineptitud o por escasa habilidad con las palabras, les pregunta si los monopatines que llevan se los han hecho ellos. Los demás turistas, aunque también un poco ineptos, no se pueden creer que haya hecho esa absurda pregunta. No se sabe qué contestan los niños.

Los niños de La Habana vienen tras los turistas, los rodean, se hacen notar, se exhiben, y ven una cámara de fotos y posan ante ella como autómatas, y es que, a los niños de la Habana, les encanta salir en las fotos.
Los niños de La Habana, no pedían nada y nada se llevan, pero se saben ya dentro de una foto, y al menos de ese modo, alguien se los lleva, alguien los recuerda.




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27 marzo 2007

V2

Ventana sobre una pecera

Este lugar frío y gris es insoportable. No se puede escribir algo desde el corazón en este lugar. Este lugar es como un búnker, como una pecera donde se ahogan especies de peces que no están hechos para permanecer apresados en ella, viviendo entre plantas y troncos artificiales, de cara a una galería que sólo ve y no mira, que sólo oye y no escucha.

Este lugar frío y gris corta la respiración, atrofia los sentidos y bloquea el pensamiento. Y es difícil salir de él, sí, muy difícil, pero yo lo voy a conseguir, lo estoy consiguiendo, lo he conseguido, y.… ahora respiro, ahora veo, saboreo, siento, oigo y huelo, ahora pienso, ahora soy libre.

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21 marzo 2007

V1

Ventana sobre este blog


Este blog nace hoy con la intención de abrir ventanas, ventanas sobre la vida, ventanas sobre las cosas que nos rodean, ventanas sobre nosotros.
Hay gente que ya ha abierto ventanas en mí, para ellos mi agradecimiento.


Ventana sobre la palabra (IV)

Magda Lemonnier recorta palabras de los diarios, palabras de todos los tamaños, y las guarda en cajas. En caja roja guarda las palabras furiosas. En caja verde, las palabras amantes. En caja azul, las neutrales. En caja amarilla, las tristes. Y en caja transparente guarda las palabras que tienen magia.
A veces, ella abre las cajas y las pone boca abajo sobre la mesa, para que las palabras se mezclen como quieran. Entonces, las palabras le cuentan lo que ocurre y le anuncian lo que ocurrirá.

Eduardo Galeano, Las Palabras Andantes.


Gracias Eduardo Galeano,
Gracias (....)

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