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15 mayo 2007

V8

Ventana sobre las 23:23 horas

Son las 23:23 y no puedo escribir nada. Nada viene a mi mente. El miedo al folio en blanco es algo más que miedo. Pienso en todas aquellas cosas sobre las que quiero escribir, sobre las que puedo escribir, sobre las que tengo que escribir, y mi mente no responde…, es como un folio pero no en blanco, sino garabateado. La pereza, pecado capital, se cierne sobre mí. De todo se me ocurre, antes que pararme a pensar en algo que contar.

Sólo la música me acompaña en esta soledad. La soledad de no tener ideas, ni ganas de inventarlas. Relees y te preguntas, ¿qué haces escribiendo sobre tus problemas para escribir? Lo haces siempre, lo empleas como recurso una y otra vez. Cuando no sabes qué crear, escribes algo sobre la no escritura, la pereza, la falta de ideas… y con la gorra y mucho morro por delante, sacas dos párrafos. Ya lo tienes.

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1 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

Horror vacui. Hay necesidad de ello: las letras acaban formando palabras, la palabras frases, las frases revolotean por la nada, y ya tienes otro párrafo; y no ha pasado otro minuto y has escrito veinticuatro nuevas palabras, treinta y cinco contando conjunciones, que no han arreglado el mundo, pero que no dan igual, porque ese era tu objetivo, no quisiste reparar nada, sólo unir piezas, reconfigurar esta realidad. No dejes de mirarla. La tienes delante, periodista. No pares de escribir.

17 de mayo de 2007, 14:03  

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